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Historia de Muniesa
DOS ALDEAS, QUE EXISTIERON EN EL TERMINO MUNICIPAL DE MUNIESA |
Dentro de los límites del actual término municipal de Muniesa, durante los siglos XIV y XV, existieron dos pequeñas aldeas, llamadas Albir de la Noguera, y Lenes.
En la obra "Rationes Decimarum Hispaniae, 1279-1280", de José Rius Serra, aparece escrito en un documento, por vez primera (hasta la fecha), el nombre de Muniesa, en una relación de poblaciones, en los que se identifican las décimas y primicias que estas debían pagar a la Iglesia, en función de su importancia.
Así en el concepto de las décimas, los pueblos de Muniesa, Josa, Anadón, Plenas y Sanchet (Desplobado sito en el témino municipal de Moneva) no reúnen la cantidad suficiente para tributar, mientras que Blesa debe satisfacer al vicario de la Iglesia 14 sueldos, Maycas 12 sueldos y tres dineros, Plou 11 sueldos y siete dineros, y el de Osa (Huesa) 11 sueldos y tres dineros.
En el concepto de las primicias, ya Muniesa debe tributar con 7 sueldos, Osa (Huesa) con 5 sueldos y cuatro dineros, Blesa 5 sueldos, Plou 5 sueldos, Moneva conjuntamente con Sanchet 4 sueldos y siete dineros, Anadón 4 sueldos, Maicas 3 sueldos y Córtes 3 sueldos.
En esta relación, recopilada por Rius Serra, en la que se ennumeran los pueblos, que en muchos documentos se nombran de forma conjunta bajo la denominación de "Huesa y sus aldeas", no aparecen reflejados los nombres de Albir de la Noguera y Lenes, por lo que podemos presumir de su no existencia, o de su poca importancia, a la fecha anteriormente citada.
Hemos de llegar a la fecha del año 1.328, para que aparezcan documentados los nombres de las dos aldeas, como lugares que pertenecían a la Orden Militar de Santiago.
En la obra "La Orden de Santiago en la Corona de Aragón. La encomienda de Montalbán, bajo Vidal de Vilanova (1327-1357)", escrita por Regina Sainz de la Maza Lasoli, basada entre otras fuentes, en documentos del Archivo de la Corona de Aragón, nos relata distintos hechos que pasamos literalmente a transcribir:
ALBIR DE LA NOGUERA.-
Aunque no se ha encontrado el documento, por una carta posterior, se sabe que el rey de Aragón, Pedro II, donó a la Orden Militar de Santiago, el lugar de Albir de la Noguera.
-> Pleito por sus límites:
"Si en el transcurso de los primeros años de asentamiento de la Orden en la Corona de Aragón los documentos guardan silencio acerca de esta población, a partir de 1328 se hizo protagonista de una grave contienda por la delimitación de su territorio, que la enfrentó a los lugares vecinos de Huesa, Alacón, Lécera y Moneva.
Ante el temor de que la contienda iniciada se agravara y llegaran las partes implicadas a hacer uso de las armas, el rey, en el mes de abril, dio instrucciones al juez de su curia Domingo de Tarba para que, acudiendo personalmente a estas localidades, se enterara de sus respectivos límites y colocara mojones o fitas de señalización.
Si el primer envite de la controversia se zanjó con estas medidas, llegado el año 1338 fue Muniesa, aldea de Huesa, la que provocó nuevos enfrentamientos cuando sus habitantes invadieron El Albir, tomaron sus ganados y capturaron a los pastores.
Las gentes de esta población requirieron inmediatamente la presencia de Bernat Mercader, lugarteniente del sobrejuntero de Zaragoza, y juntos persiguieron a los malhechores hasta el mismo lugar de Muniesa, donde se escondieron y donde el lugarteniente capturó a alguno de los culpables que pudo localizar.
Rápidamente Vidal de Vilanova, como comendador mayor de Aragón, notificó este ataque al rey, el cual, para evitar males mayores, puso bajo su protección a los habitantes de El Albir y ordenó al sobrejuntero de Zaragoza capturase a los causantes de los excesos, los juzgara y les obligara a restituir los bienes expropiados.
Pero la actitud del monarca no agradó a los habitantes de Muniesa, los cuales, a través del señor de esta localidad Lope de Luna, expusieron al Ceremonioso que no aceptaban la acusación formulada contra ellos, puesto que si alguno había atacado el Albir, había sido en defensa de sus derechos.
Ante este alegato, el monarca ordenó al sobrejuntero no procediera todavía contra estos hombres, antes bien pusiese el caso a exámen del justicia de Aragón.
La detención del proceso no evitó que en el mes de octubre de aquel año de 1338 los habitantes de Muniesa, sin tener en cuenta el guiaje concedido por el rey a El Albir, invadieran nuevamente esta localidad, extremando la violencia de su ataque al talar los campos y destruir las horcas que se hallaban en el lugar desde tiempo inmemorial.
En aquel momento, y vista la gravedad de los hechos, la orden del monarca al sobrejuntero de Zaragoza fue tajante: le mandó detener y juzgar a los invasores y obligarles a devolver lo tomado, de forma de dar satisfacción y reparación a los habitantes de El Albir.
No sabemos si por negligencia del sobrejuntero o por reiterada hostilidad de los atacantes, lo cierto es que en 1341 la contienda no había finalizado y Vidal de Vilanova volvió a implorar una solución al monarca.
Éste, en carta fechada el 19 de octubre, ordenó al jurisperito de Zaragoza, Martín Jiménez Donat que convocara a los justicias y concejos de Muniesa, Lécera y demás lugares circunvecinos a El Albir de la Noguera y se enterara por medio de los documentos de los límites de estas poblaciones, haciendo conveniente división mediante mojones y fitas; no tardaron sin embargo los habitantes de Huesa en quejarse, asegurando que El Albir formaba parte de los términos de Huesa.
Ante opiniones tan contradictorias, el rey optó por revocar el encargo que en octubre dio a Martín Jiménez, y así lo comunicó al justicia de Aragón García Fernández de Castro. El litigio estaba, pues, lejos de solucionarse y Vidal de Vilanova seguía defendiendo los derechos de aquella localidad santiaguista; por ello, y en respuesta a los alegatos presentados por Huesa, expuso al rey que si bien ciertos términos de Albir de la Noguera eran confines y casi contiguos a los de Huesa, algunos habitantes de esta población, injustamente, se empeñaban en conseguir sus bienes y recursos.
Ante esta declaración, el 13 de abril de 1345 el justicia de Aragón recibió nuevamente la orden de acudir personalmente al lugar y proceder a la señalización conveniente de la zona.
Parecida orden recibió al cabo de un año el juez y auditor de la curia real Juan Jiménez de Huesca,cuando el problema de delimitación se extendió a la también localidad santiaguista de «Lenes»; entonces el rey le indicó se enterara de los límites de dichos lugares a través de lo que pudieran relatarle las personas ancianas de las localidades en fricción.
-> Renuncia al vasallaje de la Orden:
Al año siguiente la contienda alcanzó su punto más álgido, ocasionando graves perjuicios a la orden de Santiago.
En efecto, al proseguir el alcaide, oficiales y hombres de Huesa las injurias y violencias de todo tipo contra los habitantes de El Albir y sus bienes, decidieron éstos renunciar y salirse del dominio de la Orden y hacerse vecinos de Huesa, y por consiguiente vasallos del rey.
Consciente entonces Vidal de Vilanova de la gravedad de esta decisión, suplicó remedio al monarca, el cual encargó al juez y auditor de la curia real Juan Jiménez de Huesca la solución del conflicto, recomendándole muy especialmente que cuidara de que la situación creada no perjudicara al comendador.
Sin embargo, las consecuencias de aquella determinación se dejaron sentir de inmediato, ya que los habitantes de El Albir empezaron a negar al comendador las rentas, décimas y otros derechos.
Ante las reiteradas súplicas de Vidal de Vilanova, el monarca, en noviembre de 1347, ordenó a aquellas gentes entregasen al comendador los derechos a él debidos por las posesiones que tenía en El Albir.
Si bien la Orden de Santiago logró recuperar el dominio de Albir de la Noguera, los problemas de delimitación persistieron, al menos hasta 1362, en época del comendador de Montalbán Fernando Gómez de Albornoz, el cual tendrá que hacer frente a nuevas tensiones.
LENES.-
Tal como hemos dicho, paralelamente al conflicto planteado por El Albir de la Noguera, otra localidad santiaguista, «Lenes» o «Lienes», se vio involucrada en problemas de delimitación.
Esta propiedad estaría situada en las cercanías del Albir, ya que como esta población, en 1328 se enfrentó a Huesa, Alacón, Lécera y Muniesa, debiendo intervenir el jurisperito de Zaragoza para efectuar una justa división de los términos.
Años más tarde el problema se circunscribió a las localidades de «Lenes» y Huesa, y si en 1339 Pedro el Ceremonioso encomendó la controversia a Pelegrín de Oblit, a la sazón justicia de Aragón , en octubre de 1341 se hizo cargo el citado jurisperito de Zaragoza, Martín Jiménez.
Según reza un documento de 1342, la Orden acostumbraba a arrendar este lugar por cierta cantidad de trigo y dinero.
Pero aquel año, algunos habitantes de Huesa aprovecharon la circunstancia del arrendamiento para tomar posesión de la localidad, negando al comendador el pago debido y aplicando el tributo a sus necesidades.
Fue entonces cuando el propio justicia de Aragón García Fernández de Castro recibió la orden real de obligar a los ocupadores a restituir «Lenes» al comendador.
La localidad debió ser devuelta, aunque en 1346 todavía continuaban las fricciones con Huesa por sus límites."
LA LOCALIZACION DE ALBIR DE LA NOGUERA .-
Tras la exposición y relato de los hechos documentados sobre las dos aldeas que realiza Sainz de la Maza, podemos realizar algunas reflexiones, para intentar situar geográficamente la ubicación que ambos poblamientos pudieron tener.
Comenzando por Albir de la Noguera, del cual más referencias dan los documentos comentados anteriormente, todo apunta a situarlo en la zona de las Ventas de Muniesa, atendiendo a los siguientes comentarios:
a) Aunque la toponimia actual no recoge partida alguna en nuestro territorio, que tenga un nombre que nos ayude a ubicarlo, si existe en la memoria colectiva de nuestros antepasados, transmitida oralmente, el dicho "Entre el Albir y la Torroxa, haremos un pueblo que se llamará Muñosa", refiriéndose a poblamientos antiguos que existieron en la zona de las Ventas de Muniesa en el norte del término municipal, y las Torrazas situadas al sur. En ambos emplazamientos, está documentado, que desde tiempos inmemoriales la presencia humana tuvo su habitat en ellos, quedando restos de su presencia.
b) Además, teniendo en cuenta los lindes citados en los distintos pleitos que se plantean, de los pueblos implicados: Moneva, Lécera, Muniesa, Alacón y Huesa, salvo por el nombre de éste último que geográficamente en su situación actual queda descolgado del resto, definen una zona geográfica en esa parte de las Ventas de Muniesa y más hacia el sur Lenes, coincidiendo con el monte alto del actual término de Muniesa. Respecto a Huesa, siendo cabecera de las distintas aldeas sobre las que administraba poder y justicia, es fácil pensar que pudiese tener territorios por todo "el Común" en este caso montes y dehesas para explotar sus riquezas de la leña y pastos para el ganado.
c) Los restos de la ermita de San Mateo, sita cercana a las Ventas de Muniesa, que en documentos posteriores enlaza su nombre al de Albir de la Noguera.
d) En la relación de habitantes de Muniesa, del fogaje de 1.495, mandado realizar por el rey Fernando el Católico, aparece el nombre de Bernat de Torvins, "casero que está en Alvir", lo cual indica que estas fechas ya el poblamiento se había convertido en venta y que pertenecía a Muniesa.
e) En el "Memorial ajustado a los hechos que resultan del pleyto introducido por el lugar de Moneva sobre mojonación de sus términos: el que se halla pendiente en grado de apelación en esta Real Audiencia". (Zaragoza, 1745. Biblioteca Universitaria de Zaragoza.), se detallan diversas toponimias, que actualmente todavía se utilizan, y que se encuentran en los alrededores de las actuales Ventas de Muniesa: San Matheo, Alvir, Sanchet, Porquera, Cañadas de Alvir, Cañadas de Martín Estevan, Casa Lumbierre (Lunvierne), relacionadas en un pleito en el año 1.564, entre Moneva y la Honor de Huesa.
f) En la revista Turia (1881-1882), escribió unos referencias de carácter histórico sobre la Honor de Huesa, Salvador Gisbert, pintor y escritor, nacido en Blesa (1851-1912), que se basaban en un supuesto borrador de libro escrito a su vez por un religioso agustino Fray Felipe de Santa Ana, sobre temas relativos a la citada Honor de Huesa y entre otras cosas cita algunos datos sobre Albir:
"La vida de este pueblo debió ser efímera, a juzgar por la poca memoria que de él se conserva, dado lo moderno de su fundación. Según unos papeles que he tenido ocasión de examinar, a San Martín de Albir, se le concedió el derecho de sostener una horca en su plaza principal." (Posible error al cambiar el nombre de San Mateo por el de San Martín).
Además cita: "Las Ventas de Muniesa, sitio en que existió un pueblo llamado San Mateo Albir de la Noguera, de bastante importancia, a juzgar de lo que resulta en los autos de un pleito que siguió el lugar de Muniesa por querer apropiarse la pardina de dicho pueblo como término propio y no del Común, como fue y sigue siéndolo, se ve que fue fundación de Don Pedro II que lo cedió y donó a los caballeros de Santiago, y estos lo vendieron al Común de Huesa. Otros sostienen que su fundación se debe a los condes de Luna y ellos nombraban oficiales que en su nombre administraban justicia; la mayoría de los habitantes pertenecía al Común de Huesa".
LA LOCALIZACION DE LENES.-
Respecto a la ubicación de Lenes, aproximadamente atendiendo a lo anteriormente escrito, podemos ubicarlo en la zona de la Limpia, cercano a la carretera que va de Ventas de Muniesa a Alacón, y lindando con el término de este último.
En la toponimia de la zona tampoco existen nombres que nos ayuden a situarlo, por lo que únicamente podemos especular, con agrupaciones o restos de construcciones que existen en dicha zona, que podríamos situar en La Buzadera, o las Masadas.
En la Masada Nueva existía hasta su reciente demolición una ermita dentro de los distintos edificios que se utilizaban como vivienda, majadas o graneros, aunque hemos de señalar la existencia de la Masada Vieja, en un paraje cercano que como su nombre indica puede ser anterior a la citada, ambas eran construcciones para uso residencial, ganadero y agrícola.
También en el sitio de La Buzadera, existen restos de construcciones con la tipología citada, inclusive con los restos de un pequeño campanario.
Hemos de destacar que estos lugares tiene como denominador común, pertenecer a las familias tradicionalmente "ricas" de Muniesa, lógicamente herederas de aquellos señores que posiblemente lideraron la anexión de los términos de Albir y Lenes.
Las Ventas de Muniesa y terrenos adyacentes pertenecieron a la familia Flor, provinientes posiblemente de la familia Montañés (ambos apellidos ya aparecen en el fogaje de 1.495, en Muniesa) y posteriormente documentando su infanzonía. En cuanto a las Masadas, tanto la Nueva como la Vieja, pertenecientes a la Casa Latorre, posiblemente provinientes de los Val, que como los Montañés radicaban en Muniesa desde antiguo, y también documentan en el siglo XVII su infanzonía. Por último la Buzadera, que perteneció a la Casa Baja, posiblemente relacionada con el apellido Lumbierre (Lunbierne), también documentando en el citado fogaje.
Todas estas zonas situadas en el monte alto de Muniesa, desde las Ventas hasta Borón, y desde la actual carretera (el marroyo) hasta las Cucutas, permanecieron en manos de las familias terratenientes, hasta final del siglo XIX, cuando la gente del pueblo a causa de la necesidad de supervivencia, se sublevó y comenzó la roturación de las dehesas de esta zona para poder cultivarlas, puesto que la Casa Latorre, la Casa Baja y los Royo solo las utilizaban para que pastasen sus ganados. Es necesario continuar la investigación de estos aconteceres, para precisar de forma más concreta los datos que en la actualidad quedan entre suposiciones y nebulosas.
Bibliografía:
- "La Orden de Santiago en la Corona de Aragón. La encomienda de Montalbán, bajo Vidal de Vilanova (1327-1357)", escrita por Regina Sainz de la Maza Lasoli
- Revista Turia 1881-1882.
- "El despoblado de Otón, y otras pardinas de la zona", escrita por Fco. Javier Lozano en su página web Blesa, un lugar en el mundo. (www.blesa.info)
DOCUMENTOS SOBRE LA CONSTRUCCION DE LA IGLESIA PARROQUIAL |
Detalle de una serie de documentos procedentes del Archivo de Protocolos Notariales de Montalbán, donde se reflejan distintos aspectos sobre la construcción y desarrollo de la Iglesia parroquial Ntra. Sra. De la Asunción, de Muniesa.
En ellos podemos observar datos y nombres, que nos permiten conocer algunas tradiciones, hechos, y apellidos de nuestros antepasados en el pueblo, dentro del periodo comprendido entre los años de 1.674 al 1.775, hasta la fecha poco documentados.
Al final de cada documento puede leerse completo y transcrito de forma literal al original.
DOCUMENTO 1.-
En este documento, se describe, el contrato de construcción de la actual Iglesia de Muniesa, firmado entre los Jurados de Muniesa (Autoridades municipales) y el constructor Juan Filiú, de Lécera, celebrado el dia 3 de Junio de 1674, ante el Notario Jacinto Domingo.
Entre los firmantes aparecen el cura de Muniesa, Francisco Oset, y las autoridades de Muniesa en cuyos nombres ya aparecen apellidos "clásicos" del pueblo como son: Blasco, Iranzo (Yranzo), Val (Bal) y Valero (Balero), estos dos últimos documentados en familias infanzonas del pueblo, así como los cargos que ejercían, Lugartenientes de Jurados, Jurado menor y Procurador.
Como testigos del contrato aparecen los apellidos Sancho y Cester (Zester), con los oficios de pelotero y pastor respectivamente.
El objeto del contrato es la construcción de la Iglesia y refleja las obligaciones que cada una de las partes asume con su firma, que sucintamente se resumen en: detallar el tamaño y materiales a utilizar para la construcción, los materiales que aportará el pueblo y la mano de obra con la que contribuirá la población, apareciendo las primeras "concejadas" documentadas en nuestro pueblo, por las que determinadas personas a rotación aportan su trabajo a la obra por indicación del Concejo, haciendo notar que aquel vecino que no colabore o sufrague su turno sera debidamente sancionado.
Se describe, que todos los materiales sobrantes, pueda el Vicario de la Iglesia, venderlos y dedicar su fruto para beneficio de la misma.
Se obliga el constructor Juan Filiu, a estar disponible para trabajar en la obra, siempre que haya recursos económicos para financiarla, puesto que al sufragarse la construcción con limosnas, no se asegura una continuidad en el desarrollo de la misma.
Se impone plazo de entrega de la obra y necesidad de peritos que la aseguren. Asimismo se describe el salario a percibir por el constructor, y la forma en transformar las distintas limosnas recibidas en especie, la necesidad de dotar de casa y sustento a dicho Juan Filiu y a su familia.
Se procede a identificar el horario diario de trabajo, con las horas para almorzar, comer y merendar. Por ultimo y en garantía del cumplimiento del contrato por parte del pueblo de Muniesa, quedan en garantía todos los bienes del concejo.
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DOCUMENTO 2.-
En esta escritura notarial, se refleja la donación que el pueblo de Muniesa realiza a favor del Reverendo Maestro Mosen Miguel Seta (Rector de la Parroquial de la Villa de Segura y beneficiado de la Iglesia del lugar de Muniesa), de una capilla en la nueva iglesia que se esta construyendo.
Esta escritura se firmo el 29 de Junio de 1.681, ante el notario Juan Martinez.
Entre las autoridades firmantes siguen apareciendo apellidos "actuales" como son: Royo (apellido documentado en familia infanzona en Muniesa y Plou), Martin, Seta, Alias, Espes, Gascón, Lou, Contamina, Tomás (Thomás), y Navarro.
En reconocimiento y agradecimiento por los donativos para la construcción del retablo, y muebles varios de la nueva Iglesia, realizados por el citado Mosen Miguel, el Concejo de Muniesa cede a perpetuidad para él y sus herederos un pedazo de tierra y sitio para construir una capilla y correspondiente sacristía.
La ubicación de este sitio, se describe con precisión, nombrando el cementerio como uno de los lindes del mismo. Entonces se encontraba ubicado en la zona del "jardín del cura".
Dejan al libre albedrío de Mosen Miguel Seta, la forma de construcción de dicha capilla, que se integrará dentro de la nueva Iglesia, corriendo por su cuenta el coste de realización de la misma, así como el mantenimiento del altar y retablo que en ella hubiere.
Se identifica el horario que ha de estar abierta la misma, y disponibilidad de uso para cuando sea necesario.
Refleja el derecho perpetuo a que Mosen Miguel Seta y su familia, asi como sus descendientes tengan asiento reservado, y puedan ser enterrados en dicha capilla.
Hay constancia que en el subsuelo de la actual iglesia existen bastantes enterramientos, que antes de la guerra civil del siglo XX, estaban identificados con las correspondientes lápidas, las cuales desaparecieron en la rehabilitación posterior a dicha guerra, tras su destrucción.
Al final se reconoce el derecho, a que dicha capilla, como bien propio, pueda ser transmitido de cualquiera de las formas juridicas descritas.
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DOCUMENTO 3.-
En esta escritura, firmada ante el Notario Juan Martínez, el día 4 de Junio de 1.683, el Concejo de Muniesa, concede licencia para construir la capilla de Todos los Santos, en la nueva Iglesia, al Hospital de la localidad, que ya tenía una, con esa advocacion en el anterior templo.
Siguen apareciendo nuevos apellidos "actuales" entre los firmantes del documento como son: Esteban, Domingo, Serrano, Aznar, Lázaro, Sanz, Burillo, Bardaxin (Bardaji), Ferrando, Nuez, Pérez, Montañes y Villarig (Villarix), estos dos ultimos documentados en familias infanzonas, estando Villarig contrastado su origen en el Pirineo, de donde pasó a la vecina localidad de Josa, y alguno de sus descendientes a Muniesa.
Con motivo de la nueva construcción de la Iglesia, se destruye la antigua, y al Hospital de Muniesa, se le restituye el derecho a volver a tener una capilla en la nueva, teniendo autorizado por parte de las autoridades religiosas el gasto de 300 libras jaquesas para el retablo de dicha capilla.
En este escrito tenemos la primera referencia que se hace al Hospital de Muniesa, que por tradición oral, se conoce situado, en el terreno que actualmente ocupa el teatro-salon de actos del Centro Cultural "Miguel de Molinos".
Asimismo se refleja que el patronato de dicho Hospital era ejercido por el Concejo y el Rector de la Iglesia, teniendo propiedades, y fincas rústicas, de las cuales obtenía rentas para su mantenimiento y sustento, reflejando incluso formas de arrendamiento y explotación de dichos bienes.
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DOCUMENTO 4.-
En este documento, firmado el 5 de Abril de 1.683, ante el Notario Juan Martinez, se detalla el contrato que realizan los Patronos del Hospital de Muniesa, con el "Obrero de Villa" Juan Phelipe Ybañez, de Lécera, para la construcción de la capilla, autorizada por el Concejo de Muniesa, descrita en el Documento 3.
En el se describe el salario por realizar la construcción de dicha capilla, que asciende a la cantidad de trescientos escudos, de los cuales doscientas recibirá en especie y los cien restantes en dinero.
Se determina la forma y materiales de construcción, y se detalla la ubicación de la misma.
En las personas firmantes como testigos, aparecen nuevos apellidos que perduran en el pueblo en nuestros días, como son: Marco, y Peña, junto con sus oficios, escultor y mancebo respectivamente.
Por último, se ponen los bienes del Hospital de Muniesa en garantía del cumplimiento de dicho contrato.
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DOCUMENTO 5.-
En esta escritura, rubricada ante el Notario Pablo Esteban Sebastian, el día 30 de Agosto de 1.771, la Junta Municipal de Propios de Muniesa y Gerónimo Sabiron -Maestro Alarife-, acuerdan nombrar árbitro que decida sobre las mejoras introducidas en las obras de la nueva sacristia de la iglesia de la localidad.
En fechas anteriores a la citada se produce la construcción de la nueva sacristia, aneja a la Iglesia (el edificio situado en el exterior de la Parroquia, en el llamado "jardin del cura"), por parte de el Maestro Alarife Gerónimo Sabiron, residente en Muniesa, el cual a la entrega de las obras terminadas, a la Junta Municipal, aduciendo que ha realizado determinadas mejoras sobre los presupuestos inicialmente pactados, reclama le sean abonado superior importe, y ante la no conformidad por parte de las autoridades municipales, acuerdan nombrar un arbitraje a cuyo criterio y conclusiones se someten las partes, designándose para dicha tarea a Miquel Francisco Cathalán (Maestro Alarife), de Estercuel.
En este documento aumenta la nómina de apellidos conocidos y nombrados en la actualidad como son: Salvo (Salbo), Albero y Aranguren (Estos dos últimos corresponden a familias de infanzones).
--> ver documento completo <--
DOCUMENTO 6.-
Aquí se detallan varios documentos cortos que hacen referencia en distintas fechas, de hechos acaecidos en Muniesa, alrededor del tema que nos ocupa.
--> De la visita pastoral ordenada por el Arzobispo Fr. Juan Cebrian, mercedario, en 1656, tenemos una descripción de la Iglesia antigua, consecuencia de la cual podemos hacernos idea del tamaño y distribución de la misma, donde únicamente existían cuatro capillas, una de las cuales sería la situada en la Iglesia actual, en primer lugar entrando a la derecha, donde consta una inscripción con fecha de su construcción, realizada en 1.593, por Antonio Serrano de Nuez, criado de Felipe II y capellán de Felipe III; con probabilidad, este personaje del que no conocemos muchos datos era nacido en Muniesa.
--> En este documento de 29 de Marzo de 1.693, Mariana de Molinos (con bastante probabilidad la hermana de nuestro ilustre Miguel de Molinos), otorga en el testamento, donación para la construcción de un retablo, en una capilla en obras.
--> Otro documento del año 1698, en el que se describe un nuevo donativo por parte de la anteriormente citada Mariana de Molinos, como ayuda para la construcción de las capillas que a esa fecha faltan de realizar.
--> En esta escritura de 1700, queda reflejada la fundación de la Cofradía de la Virgen del Cármen.
--> En los tres siguientes documentos, se identifican a varios antepasados nuestros, haciendo donativos para la construcción de la Iglesia y de la ermita de la Vírgen de la Aliaga.
--> En este documento de la visita pastoral realizada a Muniesa por mandato del Arzobispo Juan Saenz de Buruaga en el ano 1.775, se describen las capillas de la Vírgen de la Aliaga y del arco de Santiago.
--> ver documento completo <--
Los datos que se desprenden de estos documentos, claramente indican entre otras cuestiones, la forma de sufragar el coste de la Iglesia y de la ermita de la Vírgen de la Aliaga, vía donativos, limosnas y aportación de trabajo, por parte de los vecinos de Muniesa, cuya valoración en el tiempo podemos tachar de excepcional, por haber conseguido realizar estos dos magníficos monumentos, que nos han legado, y que a veces no valoramos en su justa medida.
Otro aspecto importante a tener en cuenta, son las nuevas líneas de investigación y documentación que se abren a partir de estos documentos, y que realizaremos en el tiempo.
Bibliografía: Estos documentos, han sido publicados por José Mª Carreras Asensio,en su libro "Noticias sobre la construcción de Iglesias, en el noroeste de la Provincia de Teruel".