Municipio principal de la comarca de Campo de Belchite, pues se trata de la capital. El resto de los municipios de la comarca son: Almochuel, Almonacid de la Cuba, Azuara, Codo, Fuendetodos, Lagata, Lécera, Letux, Moneva, Moyuela, Plenas, Puebla de Albortón, Samper del Salz, y Valmadrid. Al llegar a Belchite destacan los campos de su cultivo principal, el olivo, cuyo aceite se encuentra bajo la Denominación de Origen Aceite de Oliva.
Belchite se enclava en una de las zonas más áridas de la región, y fue una importante villa mudéjar. Sin embargo, fue destruida en el año 1937 durante la Guerra Civil, por lo que la población abandonó el lugar y creó un asentamiento nuevo a 500 metros del antiguo.
En el Pueblo Viejo hallamos diversas construcciones muy interesantes, a pesar del estado ruinoso en que se encuentran. Así, destaca la iglesia parroquial de San Martín, que se levantó en el siglo XIV, en estilo mudéjar. Sin embargo, presenta diversas reformas y añadidos posteriores, aunando estilos diferentes. Del primitivo templo mudéjar conserva el ábside poligonal, con contrafuertes, y la torre, de hermosa decoración, con la estructura del alminar anterior. La reforma más importante se realizó en el siglo XVI, con la ampliación de la nave en estilo renacentista, y en el XIX se construyó la magnífica fachada.
Frente al templo se encuentran las ruinas del convento de San Rafael. Mantiene en pie la fachada de la capilla, mientras que las dependencias conventuales se hallan arruinadas completamente. El convento se edificó en el siglo XVIII y estuvo habitado por monjas dominicas que se encargaban de la educación básica de las niñas.
También se conservan restos del convento de San Agustín. Éste comenzó a erigirse en el siglo XVI, aunque las obras no concluyeron hasta el siglo XVIII, época en la que se construyó la iglesia. De su interior llaman la atención los interesantes estucos y esgrafiados barrocos. En el convento se impartió Filosofía y Gramática hasta 1835, cuando se clausuró debido la desamortización. Tras la Guerra Civil se usó como iglesia parroquial hasta que se llevó a cabo el traslado al pueblo nuevo.
De la iglesia de San Juan, que se data entre los siglos XIV y XV, sobresale la torre del reloj. Se trata de una hermosa torre con una decoración mudéjar espléndida. En época incierta perdió su utilidad religiosa, pasando a desempeñar otras funciones, como teatro o casino-bar.
También se conservan el arco-capilla de San Roque y el arco de la Villa, puertas por las que se accedía a la población en el pasado, junto a la constituida por el arco de San Miguel.
En los alrededores encontramos el monte Calvario, con restos de los peirones que marcaban el Via Crucis en el camino a la ermita del Santo Entierro o Calvario, que no llegó a terminarse.
A cuatro kilómetros de la localidad, en dirección a Fuendotados, se ubica el santuario de Nuestra Señora del Pueyo, del siglo XVII. Se trata de uno de los santuarios barrocos más importantes de Aragón. Su origen lo encontramos en una ermita del siglo XIII que, a lo largo de los siglos, se fue ampliando hasta convertirse en el conjunto que hoy admiramos. Consta de diferentes edificios, renacentistas y barrocos, destacando el templo en sí como el más importante de ellos. Presenta planta cuadrada y torre mudéjar del siglo XVI rematada por un chapitel piramidal. En su interior guarda importantes muestras de arte mueble, como los retablos de la Virgen del Pueyo y de la Virgen del Pilar, éste último del siglo XVIII y estilo barroco; o un crucifijo gótico, datado en el siglo XV. El conjunto del santuario se completa con un merendero, un área de acampada y un albergue.
Si tomamos el camino a Lécera nos toparemos con las ruinas del antiguo seminario, destruido durante la guerra. Fue fundado en el primer cuarto del siglo XVIII, junto a la ermita de Nuestra Señora de los Desamparados. Además, en las proximidades del seminario podemos contemplar un antiguo nevero, una construcción de planta circular cubierta por una bóveda de mampostería algo desmochada.
En el Belchite moderno sobresale el Museo Etnológico, que presenta diversos objetos antiguos, sobre todo relacionados con las tareas agrícolas y ganaderas, a través de los cuales conoceremos cómo vivían las personas en un pasado no tal lejano. Junto a éste, hallamos otro espacio museístico interesante: el centro de interpretación de las Estepas de Belchite, en el edificio conocido como Granja Escuela. A través de él podemos acercarnos a dos áreas naturales de gran importancia de la comarca: la reserva ornitológica de El Planerón y el refugio de fauna silvestre de La Lomaza.
Belchite se enclava en una de las zonas más áridas de la región, y fue una importante villa mudéjar. Sin embargo, fue destruida en el año 1937 durante la Guerra Civil, por lo que la población abandonó el lugar y creó un asentamiento nuevo a 500 metros del antiguo.
En el Pueblo Viejo hallamos diversas construcciones muy interesantes, a pesar del estado ruinoso en que se encuentran. Así, destaca la iglesia parroquial de San Martín, que se levantó en el siglo XIV, en estilo mudéjar. Sin embargo, presenta diversas reformas y añadidos posteriores, aunando estilos diferentes. Del primitivo templo mudéjar conserva el ábside poligonal, con contrafuertes, y la torre, de hermosa decoración, con la estructura del alminar anterior. La reforma más importante se realizó en el siglo XVI, con la ampliación de la nave en estilo renacentista, y en el XIX se construyó la magnífica fachada.
Frente al templo se encuentran las ruinas del convento de San Rafael. Mantiene en pie la fachada de la capilla, mientras que las dependencias conventuales se hallan arruinadas completamente. El convento se edificó en el siglo XVIII y estuvo habitado por monjas dominicas que se encargaban de la educación básica de las niñas.
También se conservan restos del convento de San Agustín. Éste comenzó a erigirse en el siglo XVI, aunque las obras no concluyeron hasta el siglo XVIII, época en la que se construyó la iglesia. De su interior llaman la atención los interesantes estucos y esgrafiados barrocos. En el convento se impartió Filosofía y Gramática hasta 1835, cuando se clausuró debido la desamortización. Tras la Guerra Civil se usó como iglesia parroquial hasta que se llevó a cabo el traslado al pueblo nuevo.
De la iglesia de San Juan, que se data entre los siglos XIV y XV, sobresale la torre del reloj. Se trata de una hermosa torre con una decoración mudéjar espléndida. En época incierta perdió su utilidad religiosa, pasando a desempeñar otras funciones, como teatro o casino-bar.
También se conservan el arco-capilla de San Roque y el arco de la Villa, puertas por las que se accedía a la población en el pasado, junto a la constituida por el arco de San Miguel.
En los alrededores encontramos el monte Calvario, con restos de los peirones que marcaban el Via Crucis en el camino a la ermita del Santo Entierro o Calvario, que no llegó a terminarse.
A cuatro kilómetros de la localidad, en dirección a Fuendotados, se ubica el santuario de Nuestra Señora del Pueyo, del siglo XVII. Se trata de uno de los santuarios barrocos más importantes de Aragón. Su origen lo encontramos en una ermita del siglo XIII que, a lo largo de los siglos, se fue ampliando hasta convertirse en el conjunto que hoy admiramos. Consta de diferentes edificios, renacentistas y barrocos, destacando el templo en sí como el más importante de ellos. Presenta planta cuadrada y torre mudéjar del siglo XVI rematada por un chapitel piramidal. En su interior guarda importantes muestras de arte mueble, como los retablos de la Virgen del Pueyo y de la Virgen del Pilar, éste último del siglo XVIII y estilo barroco; o un crucifijo gótico, datado en el siglo XV. El conjunto del santuario se completa con un merendero, un área de acampada y un albergue.
Si tomamos el camino a Lécera nos toparemos con las ruinas del antiguo seminario, destruido durante la guerra. Fue fundado en el primer cuarto del siglo XVIII, junto a la ermita de Nuestra Señora de los Desamparados. Además, en las proximidades del seminario podemos contemplar un antiguo nevero, una construcción de planta circular cubierta por una bóveda de mampostería algo desmochada.
En el Belchite moderno sobresale el Museo Etnológico, que presenta diversos objetos antiguos, sobre todo relacionados con las tareas agrícolas y ganaderas, a través de los cuales conoceremos cómo vivían las personas en un pasado no tal lejano. Junto a éste, hallamos otro espacio museístico interesante: el centro de interpretación de las Estepas de Belchite, en el edificio conocido como Granja Escuela. A través de él podemos acercarnos a dos áreas naturales de gran importancia de la comarca: la reserva ornitológica de El Planerón y el refugio de fauna silvestre de La Lomaza.
Información editada en la web por Rutas CAI-PRANES